
El pasado 18 de enero falleció Jordi Castejón Castejón, que dedicó su vida al reconocimiento de las enfermedades profesionales.
Jordi Castejón fue médico del trabajo, pionero e impulsor del estudio y abordaje de las enfermedades profesionales. Un problema endémico en España, por su subdeclaración más que evidente.
Tuvo la amabilidad de publicar en la revista Prevencionistas nº 17, monográfica con el título “Abordaje de las enfermedades profesionales desde la atención primaria”, el artículo “Situación actual de la detección de enfermedades profesionales en la sanidad pública” cuyo título es más que acorde con su voluntad y su trabajo realizado.
Su artículo sigue siendo de actualidad, poco ha mejorado el reconocimiento de las enfermedades profesionales en España desde entonces.
Reproducimos a continuación la nota de despedida publicada el la sección Obituarios de La Vanguardia por su amigo Ferrnando C. Benavides y su amiga Consol Serra, del Centro de Investigación en Salud Laboral, Universitat Pompeu Fabra-IMIM-Parc de Salut Mar
Hace unos días nos dejó Jordi Castejón, médico del trabajo (1978), pionero e impulsor del estudio y abordaje de las enfermedades profesionales. Un problema secular en nuestro país por su infradedaración y bajo reconocimiento por la Seguridad Social, que afecta a los trabajadores y su familia, al sistema público de salud, pues deberían ser atendidas por las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, y a las empresas, que pierden una oportunidad para mejorar en prevención.
El doctor Castejón, junto al doctor Fina (Barcelona, 1944- 2007), la abogada laboralista Montserrat Avilés (Barcelona 1936-2017) y los también médicos del trabajo Ángel& Company, su querida compañera, y Oriol Fábregas, idearon y crearon el primer gabinete de medicina laboral en Barcelona a finales de los setenta, ya saliendo de la dictadura, con la finalidad de diagnosticar y asesorar a trabajadores en el tortuoso y complejo sistema para el reconocimiento de una enfermedad profesional. Una buena muestra fue su publicación Qué son las enfermedades laborales.
Esta experiencia le llevó en 1981, fruto de un acuerdo con el Ayuntamiento de Cornellà, a crear junto a Àngels y Oriol un primer centro de salud laboral, con la finalidad de ayudar a los trabajadores del Baix Llobregat. En 1986 se incorpora como director médico al Centre de Seguretat i Salut Laboral del Departament de Treball.
Pero consciente de que buena parte de las enfermedades profesionales son en realidad atendidas en la l:\tención primaria, en 1990 inaugura la primera Unidad de Salud Laboral (USL) en el CAP de Castelldefels, para el asesoramiento y apoyo a los médicos de familia en la identificación de estos problemas.
Esta experiencia es el embrión de lo que es hoy la Xarxa d’Unitats de Salut Laboral de Catalunya (Departament de Salut), una estructura de medicina del trabajo dentro del sistema sanitario con el objetivo “de facilitar, en el ámbito de la atención primaria, la identificación de [estas] enfermedades y la coordinación de las actuaciones de los diferentes sistemas asistenciales que atienden las enfermedades laborales”. Una experiencia referente en el resto de comunidades autónomas.
Desde la USL de Castelldefels, y ya como profesor asociado de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), desde 1994 y hasta su jubilación, en 2016, desarrolló una investigación que fue su tesis doctoral (UAB, 2003) y que le permitió descubrir que alrededor del 16% de las bajas laborales comunes eran de origen laboral.
Un hallazgo, confirmado después por otros estudios, que ha contribuido significativamente a la detección, notificación y reconocimiento de las enfermedades profesionales en el país. En su actividad docente desarrolló programas innovadores de medicina del trabajo y salud laboral en diferentes grados y postgrados. Entre ellos, un curso muy bien valorado por los alumnos sobre la gestión de la incapacidad Laboral en el grado de Relaciones Laborales de la UPF.
Pero además de un gran profesional, Jordi fue ante todo un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra. Su carácter conciliador, una actitud esencial para una buena convivencia, es algo que le caracterizaba en todos sus entornos, familia, amigos y colegas. Eso, junto con su voracidad lectora, le ha hecho ser reconocido como un médico del trabajo excelente, pues esta es una especialidad que requiere buenas dosis de negociación, paciencia y aceptación de la realidad (que no conformarse con ella). Él fue un maestro.
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