
Un trabajador nuestro, fumador y con sobrepeso, sufrió un amago de infarto la semana pasada mientras trabajaba, el tercero en dos años, aunque los dos primeros los tuvo en su casa. Se ha recuperado, pero nuestro gerente nos ha dicho que debe considerarse un accidente de trabajo y, como tal, nos podrían sancionar si no hemos evaluado el riesgo ni tomado medidas preventivas…
¿Es eso posible? ¿Aunque sea fumador y tenga sobrepeso? Porque está claro que esas son las causas de los tres infartos que ha sufrido. ¿Qué podemos hacer? Gracias anticipadas por su respuesta.
Puedes leer la respuesta en nuestra revista Prevencionistas 22, página 39 (en pdf a doble página, 50 págs. 3,0 Mb)
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